-Cada vez tengo más claro que soy adicta al dolor.
- ¿Adicta al dolor?
-Sí, al exquisito dolor de amar a alguien inalcanzable

sábado, 23 de abril de 2011

Cuando tienes demasiadas cosas en la cabeza, desearías sacarlas una por una, mirarlas desde fuera, y tomar esa ansiada decisión que llevas buscando meses y que nunca aparece.

O también apretar el botón "Eliminar" y hacer desaparecer todos tus temores, miedos y angustias, los mismos que no te dejan dormir por las noches, ni reír hasta llorar.

¡Qué sencillo sería decir "Desconectar" y desaparecer así de la faz de la tierra, para aparecer después sólo cuando tú lo deseases!

Por eso, cuando veo a los niños jugar al escondite, los envidio. Ellos se esconden, se tapan la cara con las manos, y están convencidísimos de que no están, hasta que les descubren, o sencillamente hasta que se aburren.

Ojalá yo pudiese hacer lo mismo...

¿Qué me pasa? Ojalá lo supiera...
Supongo que, al igual que muchas personas, alzo la mirada al cielo y busco en él ese "algo" que le falta a mi vida. Ese "algo" que lo cambie todo. Ese "algo" que me haga despertarme con una sonrisa, que provoque que mi corazón de volteretas mortales, que me haga vivir.

Ya no sé cuántas veces más tendré que llorar hasta que aparezca.
Michael, mi querido Ángel... Ven pronto, y abrázame de nuevo, como antes hacías cuando te necesitaba, te necesito tanto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario