-Cada vez tengo más claro que soy adicta al dolor.
- ¿Adicta al dolor?
-Sí, al exquisito dolor de amar a alguien inalcanzable

sábado, 25 de abril de 2009

Que se pare el tiempo.


1..

2..

3..

4..

5..

6..

7..

Y así sucesivamente.

El tiempo pasa, para todos, a un ritmo constante, sin alterarse.

Los segudos se convierten en minutos, los minutos en horas, las horas en días, los días en

Semanas, las semanas en meses, los meses en años...


Pero la cualidad que más odio del tiempo, es que pasa de diferentes maneras, con saltos

Extraños y treguas insoportables, impidiéndome prolongar momentos de mi vida que me

Gustaría que duraran para siempre, cuantas veces habré soñado con poder decir "Stop", y que el tic - tac del reloj parara sólo par mí, para saborear esos momentos que se repiten muy pocas

Veces en la vida.


Es injusto.

Es injusto ver pasar el tiempo y no evitarlo, llorar al llegar a casa al sentir la

Impotencia de no poder hacer nada.

Puedo quitarle las pilas a todos los relojes de mi casa, creyendo que así realmente el tiempo

No transcurre, pero es inútil.


¿Mi mayor miedo?: El paso del tiempo, el cambio de las cosas, el desvanecimiento de

Sentimientos...


Sólo diré una cosa que añade el punto optimista a este texto...


"La vida no se mide por las veces que respiras,

Si no por los momentos que te dejan sin aliento..."


Te quiero.

miércoles, 15 de abril de 2009

Cada vez más


Ella se despertó a la hora de siempre, se desperezó, miró el reloj y se levantó.

Después de desayunar, vestirse y peinarse, salió de casa corriendo, con la hora pegada,

Como era habitual en ella.


Llegó a la estación asfixiada, pero estaba de suerte: el tren aún no se había marchado.

Subió y se sentó al lado de la ventana y se puso a escuchar música, aquella que la hacía volar

Y que la hacía sentirse grande.


Llegó a su destino, y a continuación cogió el autobús, del cual se apeó en la 7º parada.

Fue hacia su instituto, y entró en clase pasando desapercibida.

Sacó los libros, se puso la bata y comenzó a tomar apuntes.

De vez en cuando sus compañeras la miraban extrañadas, preguntándose por que ella

Estaba hoy tan callada.


Comenzó el recreo, salió al parque y mientras escuchaba música, se comía una manzana.

A la media hora, volvió a entrar en clases.

Estaba de suerte: la profesora no había venido, así que podrían marcharse a casa.

Miró por la ventana y vió el aguacero que caía afuera, por lo que se le quitaron las ganas

De marcharse. Además, los días nublados y lluviosos la deprimían en grado sumo.


Por lo que se quedó allí, sentada, mientras que sus compañeros salían de la clase.

Sonrió, ahora se sentía algo mejor.


Sacó su agenda y se puso a ojearla. Y de repente, se detuvo, sonriendo abiertamente

A algo que había anotado en algún día.


- ¿Qué haces aún aquí? - la preguntó una amiga suya que ella creía que ya se habría

Marchado.

- Nada. Llueve mucho y no quiero mojarme. Además, ¿sabes qué día es hoy?- contestó ella.

- Si. Miércoles

-No me refiero a eso. Hoy es 15.

- ¿y?

-Nada- susurró, sin dejar de sonreír.

-¿ Y a qué se debe tanta sonrisa ahora?


- A ÉL...


Te quiero, ojalá tenga más días como éste.

lunes, 13 de abril de 2009

Érase una vez...


Una niña que soñaba despierta,

Que creía en el amor cuando lo veía por la calle,

Una niña inocente, con muchas ganas de vivir, y

Mucho tiempo por delante,

Una niña que vivía en su mundo de flores y fantasía,

Ignorando la cruel realidad que la rodeaba.


Una niña, que tras 18 años, sigue siendo la misma,

Que cree en las hadas y en los finales felices,

Una niña que cuando vee Peter Pan, piensa que ella

Podrá ir al país de nunca Jamás.

Una niña que siente que puede volar si se da impulso al saltar,

Que se emociona y siente que es libre cuando escucha sus

Canciones favoritas,

Una niña que cree que cuando el abuelito "se va al cielo"

Volverá cuándo eché de menos a su familia.


Érase una vez...una niña enamorada.


Te quiero.