-Cada vez tengo más claro que soy adicta al dolor.
- ¿Adicta al dolor?
-Sí, al exquisito dolor de amar a alguien inalcanzable

lunes, 9 de abril de 2012

Límite.

¿La verdad?
Estaba cansada. Esa era la única verdad.

Ya debería estar acostumbrada, pues llevaba así ya 2 años. Pero era ingenua, y sobretodo, estaba enamorada, y de eso sabía que nadie tenía la culpa.

Pero él se había encargado de sobrepasar el límite de su paciencia cientos y cientos de veces. De hacerle creer que para él, ella es alguien. De desaparecer durante meses. De volver a aparecer en el último momento. De aparecer, de esconderse. De su "Ni contigo ni sin ti". Llevaba jugando a lo mismo tanto tiempo...

Ella no quiere volver a pasar por un verano como el anterior. No quiere volver a llorar cada noche, a no dormir, a no comer, a NO vivir. Quiere su propia felicidad, quiere ser egoísta. El problema es que no sabe/quiere/puede serlo.

A veces, le gustaría acostarse para levantarse a la mañana siguiente y descubrir que todos esos años no han sido más que un mal sueño. Mirar la pantalla del móvil y leer un sms de la persona a la que más quería antes de que ÉL apareciese, deseándole los buenos días y recordándola cuánto la quiere. Ir al instituto, continuar con sus estudios, con su antigua vida, esa que ahora le parece tan sencilla.

Y en días como hoy, desearía más que nunca el no haberle conocido.

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