Tú eres el que metió la pata una y otra vez, el que quiso que las cosas cambiaran. Tú me diste motivos (tal vez falsos) para luchar por ti. Debería haber sido al revés, ¿Sabes? Tú tendrías que haber luchado por mí, si es que te importaba algo.
Tu recuperaste la magia y te la volviste a llevar en apenas meses. Tu maldita manía de decir las cosas y no dar señales de vida en meses. Tu maldita manía de hacer daño. No va a cambiar nada. Ya no.
Pero deberías haber demostrado un mínimo de esa sinceridad de la que tanto alardeabas y decirme por qué.
Cobarde. Maldito cobarde.
Isa cuando escribiras en tu blog de Mchael? :)
ResponderEliminarOle tus narices, las cosas bien dichas y por su nombre...Charo.
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