A sólo 4 días y mi cabeza es un remolino de pensamientos, y mi cuerpo un manojo de nervios. Odio los días previos. No duermo, no como, las manecillas de reloj simplemente no avanzan...
Ni siquiera sé que haré después de 6 meses sin verte. ¿Lo más seguro? Te daré ese abrazo que llevo deseando darte desde ya ni recuerdo cuando, por todo lo que te he echado de menos, por todo lo que te he necesitado, y porque mi propio cuerpo me lo pide. ¿Nunca os ha pasado? ¿Que al abrazar a una persona en concreto la mente finalmente se queda en blanco, que sentís que al fin estáis en casa, y que pertenecéis al pequeño espacio entre sus brazos y él?
Y seguramente después de ese momento, me encantaría empujarte con todas mis fuerzas, incluso hasta hacerte daño, por todo lo que no me has dado estos meses, por todos los días que no has estado cuando más te he necesitado, por todas esas llamadas sin respuesta, por esa felicitación que no recibí el día de mi cumpleaños, por esos 3 meses que has estado sin darme señales de vida, por las lágrimas que he derramado, por todo el odio que llevo acumulado.
Y por último, me echaré a llorar. Lo sé. Pero no serán lágrimas de alegría o de tristeza, si no de liberación, de la frustración de haber tenido que callarme todo esto durante todos estos días y poder decírtelo finalmente. Y entonces es cuando me gustaría que me abrazases, que me pidieses perdón por todo el daño que me has causado y me jurases que nunca más vas a volver a hacerlo. Que me dijeses que te importo, ¿Sabes? Pero que te importo DE VERDAD.
Aunque como siempre, esto son cavilaciones. Finalmente acabaré abrazándote como una niña pequeña y sonriéndote con la mejor de mis sonrisas, feliz de volver a estar contigo, con mi amigo.
Entonces es cuando me doy cuenta de que la mente no está unida al corazón, ni viceversa. Que cada uno va por libre, y que cada uno te falla siempre en los momentos más importantes.
Pero como dice la canción:
Puedes tomar todo lo que tengo,Puedes romper todo lo que soy,Como si estuviera hecha de cristal, como si estuviera hecha de papelSigue adelante y trata de derrotarme,Creceré desde el suelo... como un rascacielos
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